Luego de la cena o almuerzo ellos comían esa fruta tropical que yo aborrecía como a sus amigos, pepino y esa grande ... y ovalada que ahora no recuerdo.
Intenté, varias veces. Pero no, nunca agradaba a mi paladar acostumbrado a frutas del sur.
El tiempo pasó, los veranos se volvieron mas húmedos. Y Buenos Aires no tenia nada que envidiar a Londres en febrero.
Un día.. , caluroso, y solitario. Abrí el refrigerador y "ete ahí" una bala de cañon blanca.
La cuchilla resplandeció, quería apuñalarlo y lo hizo.
Y desde ahi que es mi fruta preferida.
"El melón"
