Reflexión al paso
Los sueños se olvidan justo cuando los atamos por el cuello, el mundo exterior los mata.
No se que pasaría si no tuvieramos tanto sueño y pudieramos recordar tan nítido el sueño de ayer.
Por ahi saltarían a tu cama con cuchillos y con sus manos etereas, como fantasmas hechos de imagenes, te tomarían justo por detras de la cabeza y te mirarían a los ojos hasta volverte loco.
En el siguiente respiro entrará de nuevo a ti. Hasta que puedas contarlo y se disipe en el aire.