22.10.05

El que ha nacido en ese barrio, tiene esas duras raíces o cadenas
El que ha sido desterrado por el destino, no tiene alas, no tiene cadenas, no tiene nada.

Aunque todos vayan desapareciendo, murieron, las instituciones de piedra sobreviven; ahora invadidas por pintura micótica y cimientos derruidos.
Reviven los recuerdos, cosen las roturas de alma hasta la muerte; en esa cama, en la vieja cama que lo vio nacer.

El desterrado odia donde vive y anhela volver a donde nació. No lo encuentra, porque no vio el proceso de destrucción que sufrió y ve un lugar distinto.Es un recuerdo, una ruina en la memoria. Deberá viajar, deberá conocer otros lugares, deberá moverse para no sentir dolor, para que su mente este ocupada cartografiando sus nuevo hogar.
Hasta que el cuerpo y la mente pidan descanso.
Ya no importara el cambio del primer lugar de nacimiento, el saber que la tierra sigue ahí, y es la misma es un consuelo inconsciente para este ser de mundo a punto de morir.