23.4.06

Ella era gordita, petisa, tetona y vivía en Nueva York.
Además era terriblemente distraída.
Noten esto porque es importante para la historia. Hacía un calor espantoso y húmedo.
La petisa trotaba por las calles sin bombacha.
Pero no por puta sino por acalorada.
Olvidé decir que tenía un culo de ésos.
Sus glúteos, sin el vínculo férreo, sin el dique del calzón, anadeaban que era un gusto.
Ver un culo así, de lo más respingón y que no es de uno, causa desazón en el espíritu.
Era como el culo movedizo del Tandil.


Laiseca "
El gusano máximo de la vida misma" (Fragmento)