uno ve la hora que quiere ver 14.44
30/04/09
Las heridas se llenan de hongos
los hongos son ciudades para los duendes diabolicos japoneses +
que llevan un espejo o un plasma y reflejan imagenes que se acoplan, forman calles.
Una herida cubierta de nanotecnologia, y su piel es tersa como la estatua del botanico, pero no te acerques a tocarla porque te vas a mojar con la fuente y raspar con los cristales crispados que no eran vistos.
Si se libraron muchas guerras en el cerebro, si la posicion de la torre no tiene la bioenergia orgonica estable, el muñeco de barro te va a salir mal.
Hay muchos que nacieron para luchar contra si mismos todo el tiempo y hacer explotar con la consiguiente energia de ver estallar partes y las luces de colores que generaban los rayos.
Rendirse a la vida que vence a cada momento es el estado para luchar sin somnolencia contra la dureza, pero manteniendose en un estado de muerte es un placer hospitalario, hasta el mas lujoso monumento al caracol.
Hay nueves, hay astutos que estan donde tienen que estar aunque no sepan mas que hacer ese movimiento de acople con el seno madre de la gran computadora central del banco de chocolate mas cercano.
Audaces contra genios, paranoicos contra esquizoides. Y asi el escalafon de guerreros que con acrobacias aereas, aros, fuego hacen purpurina roja con la sangre.
La masa palpita y las espinas dentro crecen, cuando lleguen a la membrana boom.
Y ahi viene el pajaro del desierto este dios-transporte, regalados al laser y los reflectores, pero el nos lleva a un lugar mejor.
Mas verde, se incendia, es peligroso, pero es fresco y el Sol asedia (pero con plumas).
Olvidando que el viaje dura 300 años y llegara solo polvo abris los ojos en silencio.
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