16.1.08

7 y 7.

qué le quedaba a el soldado por hacer en sus noches de miseria
alcoholes, opio, robo
violación, heridas
callejear buscando
sangre, más. Y más.

laberinteando entre llamadas, las de lento flotar del radio de motorolla.
satélites de ellos
emborrachandose de las estúpideces que sembraron. Alguna que otra golosina obtiene Laika por su trabajo, ahi arriba.
El mismo deseo de ayer, el mismo del otro. El tiempo gelatinoso y la pulpa de basura flota en humo.
Si se hace, se hará para disfrutar. Mentira. No es para eso.
Pero solo hazlo dicen...los zapatos de Duendes de plata. ¡Revuelquense en su mugre: corto pasto perfecto y flores frescas!. (yo les dije que nada es imposible porque la nada no existe).



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